
Era la primera vez que estaba en ese teatro; pequeño pero acogedor y realmente hermoso. Nos deslizamos por la alfombra roja y fuimos a parar a la segunda fila del patio de butacas.
El Guía del Hermitage está dirigida por Jorge Eines con texto de Herbert Morote. Basada en un hecho real, nos cuenta la historia de Pavel Filipovich, guía del museo Hermitage. Durante el asedio que sufrió la ciudad de Leningrado en la II Guerra Mundial, este guía se dedicó a hacer visitas guiadas clandestinas a un museo en el que ya no había ninguna obra. Sin embargo, la magia y el sentimiento que ponía en cada descripción, hacía que la gente lograra ver los cuadros que no había.
Esta obra nos muestra así cómo en tiempos de guerra, en los momentos más difíciles, uno se refugia en el arte, la amistad y el amor para poder sobrevivir.
“Yo he querido poner de manifiesto cómo hay personas que recurren al arte como una forma de resistencia, como una reafirmación de lo que uno es. Y he querido también reflexionar sobre cómo la amistad y el amor pueden crecer para enfrentarse juntos a la tragedia” Herbert Morote.
“Lo mejor del arte apunta siempre a preservar la facultad creadora, de estimular lo mejor del hombre. Y si como usted dice, el arte tuviera alguna función, yo creo que sería la de despertar lo mejor de la gente, porque los artistas han tenido la virtud de predecir lo que se avecinaba..., el arte funciona como una especie de meteorología del espíritu de la sociedad” Federico Luppi.
He de reconocer mi debilidad por Federico Luppi, actor idóneo para el papel que representa ya que con tres palabras es capaz de hipnotizarte. Sin embargo he de destacar también la actuación de Manu Callau (Igor) quien sorprende con su personaje de guardián del museo, borrachuzo, incrédulo, pero gran amigo del guía y lleno de ternura. En cambio, Ana Labordeta, que interpreta el papel de Sonia, una restauradora de cuadros, miembro del comité de seguridad y esposa de Pavel, hace una actuación demasiado plana, que no transmite pasión y que solo sabe hablar con tono imponente (necesario en su papel, pero quizá exagerado hasta el cansancio).
5 comentarios:
el mayor museo del mundo es la imaginación.
Y la compañía lo mejor. Igual este finde voy a ver los persas.
Natalia.
Cosaco: la imaginación es el comienzo del arte, y el arte "un arma cargada de futuro".
Anónimo: por supuesto la compañía lo mejor ;) Si vas a ver los persas, en este blog puse un post sobre la obra. Ya me comentarás qué te parece.
Saludos!
Ya van dos veces que me pierdo esta obra. Mecachís!!!!!!
No fui me quedé en casa con Sofía viendo Melinda y Melinda. Este lunes ya tenemos chico nuevo haber que tal...
Natalia
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