Otro año más sin flor y sin libro. A ver cuándo me ponen el día del libro en sábado y puedo disfrutarlo al máximo. De momento, aquí va mi Top Five de libros con un día de retraso.
Crash, de J.G. Ballard o American Psycho, de Bret Easton Ellis (empezaré por uno de ellos, el primero que encuentre, que seguramente será Crash, por la reciente muerte de su autor y porque con American Psycho ya lo intenté pero no conseguí encontrarlo). En Crash, J.G. Ballard describe una sociedad postmoderna con un fuerte vacío existencial, que ha perdido sus valores y en la que predomina lo emocional frente a lo racional hasta un extremo enfermizo. American Psycho nos cuenta la historia de un yuppi de 27 años, soltero, metrosexual que tiene como hobby practicar asesinatos, canibalismo, necrofilia y sexo ultraviolento. En fin, quién me recomendará estas cosas...
El teatro y su doble, de Antonin Artaud (está en camino!! Pedido y esperando ansiosa su llegada, aunque mientras, para calmar el mono, lo tengo en pdf... ). Está claro que me da por las emociones fuertes. Metámonos a fondo en el Teatro de la crueldad.
Camaradas: breve historia del comunismo, Robert Service. El título habla por sí solo. Me haré con él y conseguiré la fórmula del comunismo perfecto. Jua jua jua!! (risa malévola).
La importancia de los peces fluorescentes, Almudena Solana. Lo vi un día en una librería y me llamó la atención el título. Eché un vistazo a la contraportada y la historia imaginativa me picó, así que lo apunté y ahora lo resucito en este Top Five. Trasnochadores e insomnes “Sumidos en la oscuridad de su océano, sólo se salvarán si logran ver la luz de los peces fluorescentes.”
En busca de Klingsor, de Jorge Volpi. Lo tengo apuntado desde hace unos años. Exactamente desde que leí No será la tierra. Aquel libro me enganchó y decidí que me leería otros cuantos suyos que tienen igualmente muy buena pinta. Este es el primero de la lista. “La relación entre la ciencia y el mal, por una parte; el papel concreto del nazismo, en cuanto encarnación del mal, y su capacidad de seducción sobre regiones oscuras de la personalidad humana, por otra parte”.
Este año creo que rozo la frontera entre el bien y el mal, me sumerjo en las pasiones más oscuras y atroces del ser humano. Me meto en juegos macabros poniendo a prueba la coraza que voy forjando día a día, juego a juego, paso a paso, perdiendo valores aprendidos y defendidos durante tanto tiempo a capa y espada. Veremos en qué acaba todo esto.
¿Cuántos libros conseguiré mañana? Comencemos las apuestas. Si todo va como el año pasado, mañana no me compraré ninguno de estos (porque dudo mucho que estén en la estación de autobuses) pero me compraré otros cinco totalmente diferentes, que no estaban en mi lista, seguro.
Crash, de J.G. Ballard o American Psycho, de Bret Easton Ellis (empezaré por uno de ellos, el primero que encuentre, que seguramente será Crash, por la reciente muerte de su autor y porque con American Psycho ya lo intenté pero no conseguí encontrarlo). En Crash, J.G. Ballard describe una sociedad postmoderna con un fuerte vacío existencial, que ha perdido sus valores y en la que predomina lo emocional frente a lo racional hasta un extremo enfermizo. American Psycho nos cuenta la historia de un yuppi de 27 años, soltero, metrosexual que tiene como hobby practicar asesinatos, canibalismo, necrofilia y sexo ultraviolento. En fin, quién me recomendará estas cosas...
El teatro y su doble, de Antonin Artaud (está en camino!! Pedido y esperando ansiosa su llegada, aunque mientras, para calmar el mono, lo tengo en pdf... ). Está claro que me da por las emociones fuertes. Metámonos a fondo en el Teatro de la crueldad.
Camaradas: breve historia del comunismo, Robert Service. El título habla por sí solo. Me haré con él y conseguiré la fórmula del comunismo perfecto. Jua jua jua!! (risa malévola).
La importancia de los peces fluorescentes, Almudena Solana. Lo vi un día en una librería y me llamó la atención el título. Eché un vistazo a la contraportada y la historia imaginativa me picó, así que lo apunté y ahora lo resucito en este Top Five. Trasnochadores e insomnes “Sumidos en la oscuridad de su océano, sólo se salvarán si logran ver la luz de los peces fluorescentes.”
En busca de Klingsor, de Jorge Volpi. Lo tengo apuntado desde hace unos años. Exactamente desde que leí No será la tierra. Aquel libro me enganchó y decidí que me leería otros cuantos suyos que tienen igualmente muy buena pinta. Este es el primero de la lista. “La relación entre la ciencia y el mal, por una parte; el papel concreto del nazismo, en cuanto encarnación del mal, y su capacidad de seducción sobre regiones oscuras de la personalidad humana, por otra parte”.
Este año creo que rozo la frontera entre el bien y el mal, me sumerjo en las pasiones más oscuras y atroces del ser humano. Me meto en juegos macabros poniendo a prueba la coraza que voy forjando día a día, juego a juego, paso a paso, perdiendo valores aprendidos y defendidos durante tanto tiempo a capa y espada. Veremos en qué acaba todo esto.
¿Cuántos libros conseguiré mañana? Comencemos las apuestas. Si todo va como el año pasado, mañana no me compraré ninguno de estos (porque dudo mucho que estén en la estación de autobuses) pero me compraré otros cinco totalmente diferentes, que no estaban en mi lista, seguro.
6 comentarios:
Pues yo después de hacer una lista, de rehacerla, y de volver a incluir a última hora una novedad (que después descubro que todavía no está a la venta…), salgo del trabajo y me voy directa a la librería que tanto me gusta. No hay mucha gente y una mesa libre me permite disfrutar de un cafecito y una delicia de chocolate.
Y finalmente salgo con mis tesoros:
Nieve de M. Fermine (hablo hoy de él en el blog), maravilloso.
Satori en París de Jack Kerouac, lo vi el otro día y entre París y los recuerdos que tengo de En el camino, no me pude resistir. Volveremos a la generación beat que tanto me hizo soñar.
Dietario voluble, de Enrique Vila – Matas, tras mi primera y deseada incursión con este autor, decido comprarlo, vista la tremenda lista de espera del préstamo en la biblioteca.
Y uno japonés, Sanshiro de Matsume Soseki, al que le tengo MUCHAS ganas.
Biquiños y SUERTE en la búsqueda
Estimada señorita:
Puesto que a ambos nos mueve el amor a la cultura, (he visto en su perfil que una de sus aficiones es la literatura) deseo invitarla a leer el último artículo: “María Jesús Almendro Sánchez; una escritora en ciernes”, que he colgado en mi blog. En el comento de forma breve y concisa lo difícil que es para un escritor novel abrirse camino en el mundo de la cultura nacional española.
¿Qué implica escribir?
¿Existen precios inaceptables, peajes infames a la hora de acceder el escritor, aún desconocido al escenario del reconocimiento y rechazo públicos?
Espero que mis letras sean de su agrado.
Un fuerte abrazo desde tierras canarias.
Dama: gracias por compartir tu lista. Apunto las recomendaciones. Y por supuesto, los libros siempre mejoran acompañados de una taza de café bien calentito. Y si viene con delicia de chocolate... ya es perfecto.
Estimado señorito Arcana: gracias por la información. Leeré el artículo.
Saludos!!
Campos de Fresa para siempre de Javier Reverte, me lo he leido en dos días y me ha gustado mucho. Natalia
Natalia: gracias por la recomendación. En realidad es 'Campos de fresa para siempre', porque 'Campos de fresa' es de Jordi Sierra i Fabra. ¡La lista crece! Esto no sé si es bueno. No hay años suficientes en la vida de un ser humano (y menos en la mía) para leer todo lo que quiero.
Saludos!!
No lo he entrecomillado pero he puesto Campos de Fresa para siempre.
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