sábado, 23 de junio de 2007

Underground


Dirigida por Emir Kusturica en 1995, esta película provocó grandes críticas que hicieron que se planteara dejar el cine. Afortunadamente, no lo llegó a hacer.

Bañada por ese realismo mágico que caracteriza las películas de Kusturica y que le confiere ese toque de humor, esta película narra la historia de Yugoslavia, un país que ha vivido una situación de guerra constante. Y lo cuenta a través de la vida de una serie de personajes. La película se estructura en 3 partes: la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, la Guerra de los Balcanes.

El Negro es, junto con su camarada Marko, un traficante de armas, vividor, mujeriego. Está profundamente enamorado de Natalia, una actriz frívola que busca el poder. Aprovechando la guerra, Marko recluye a El Negro y un grupo más en un sótano, y de esta forma consigue casarse con Natalia. Para mantener en el sótano a este grupo, les hace creer que la guerra continúa y que los nazis les buscan. Mientras tanto, arriba la guerra ha terminado y está en el poder Tito con su régimen comunista. Marko convierte a El Negro en un héroe de la revolución, un luchador que murió por la libertad de su país (aunque sigue viviendo escondido y creyendo que los nazis aún están en Yugoslavia). Para mantener la farsa montará en el sótano un sistema de alarmas y de simulacros de bombardeos, racionamiento de alimentos, vídeos sobre los bombardeos... etc.

Kusturica nos muestra en esta película a una sociedad consumida por la mentira, por la manipulación de imágenes, de información y de personas. Es un ensalzamiento del antinacionalismo, sea de la parte de que sea. También denuncia la estafa que supuso el estalinismo yugoslavo, comparándolo a la farsa que viven en el sótano. Los de arriba engañan a los de abajo con un falso socialismo en el que los más pobres (muchos) son explotados en beneficio de los más ricos (unos pocos).

La idea de que se pueda mantener a un grupo que piense que lo que existe en el sótano es real, se relaciona con la manipulación de la gente por los medios de masa. "Mi filme es exactamente lo contrario de un filme de propaganda. Hago películas que están al lado de los perdedores y no de los que utilizan la máquina de propaganda para sus intereses personales". La historia la cuentan los vencedores y, de esta forma, cuentan una historia modificada a su antojo para defender los intereses de los que están en el poder. Esto se ve reflejado en la historia de esas personas que permanecen 20 años en un sótano y que al salir de él comprenden que todo aquello era una ficción. Esta película nos habla de un lenguaje político que transforma las mentiras en poder y en verdad.

Este sótano refleja una sociedad esclavizada porque desconocen la verdad y viven engañados; una sociedad encadenada dentro de una caverna, y que solo puede ver las sombras de la realidad.

“La guerra más dura es aquella en la que uno mata a su hermano”. Para Kusturica, el de Yugoslavia ha sido un conflicto que ha enfrentado a gente hermana. Todos somos ciudadanos de un mismo mundo y las discriminaciones no hacen sino marcar unas fronteras que deberían desaparecer. Por eso, al final de la película, se crea un ambiente festivo en el que las personas que antes habían estado enfrentadas, se unen para celebrar una fiesta dejando de lado diferencias, enfrentamientos y rencores, olvidando lo pasado. Desde luego esto es una utopía, y lo representa aislando ese trozo de tierra, que se va separando poco a poco mientras ellos siguen con la celebración, dándonos a entender que es una isla utópica. Es una metáfora de que es necesaria una reconstrucción del país y para ello es necesaria la reconciliación de aquellas personas que han estado enfrentadas durante el conflicto. Sin embargo, ¿esto es posible?

“Este cuento no tiene fin” “Recordaremos nuestro país cuando contemos a los niños un cuento eterno: Érase una vez un país”

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