viernes, 23 de noviembre de 2007

La Sirena Varada, Alejandro Casona


“La sirena varada” es una obra de teatro escrita por Alejandro Casona en la época de preguerra. La crítica acusó a Alejandro Casona de defender una evasión de la realidad en un momento en el que precisamente se necesitaba todo lo contrario. Sin embargo, esta obra no es en absoluto escapista sino que plantea demostrar como esta fantasía está abocada al fracaso.

“No soy escapista que cierra los ojos a la realidad circundante... lo que ocurre es, sencillamente, que yo no considero sólo como realidad la angustia, la desesperación y el sexo. Creo que el sueño es otra realidad tan real como la vigilia”.

En “La sirena varada” un grupo de personajes pretende huir de una realidad decepcionante y dolorosa, creándose su propio refugio: un lugar en el que inventar una nueva vida, sin razonamientos ni disciplinas, que solo obedezca al poder de su imaginación.

“Encuentro que la vida es aburrida y estúpida por falta de imaginación. Demasiada razón, demasiada disciplina en todo. Y he pensado que en cualquier rincón hay media docena de hombres interesantes, con fantasía y sin sentido, que se están pudriendo entre los demás. Pues bien; yo voy a reunirlos en mi casa, libres y disparatados. A inventar una vida nueva, a soñar imposibles. Y todos conmigo, en esta casa: un asilo para huérfanos de sentido común”.


Un fantasma que quiere ser jardinero pero se entera de que está muerto y es Napoleón, una sirena que sale del mar en busca de su amado, un árbol imaginario que siempre se pone en medio, o un pintor con los ojos vendados son algunos de los personajes de este mundo irreal. Pero cuando se meta el amor de por medio, todo empezará a cambiar, porque cuando queremos a alguien, queremos saber la verdad y no vivir de sueños.

“Te quise al principio, porque parecías un sueño, y ahora me da miedo pensar que de verdad no seas más que un sueño y que te desvanezca la luz. Y es que te quiero... ¡Te quiero como no me imaginaba capaz de querer a nadie, con toda la fuerza de mis entrañas! Pero ¿quién eres?, ¿cómo eres de verdad?”.

Sirena es una mujer que, golpeada por la cruel realidad que le rodeaba, decidió refugiarse también en un mundo de fantasía. A lo largo de la obra, el único personaje que intenta devolver a la realidad a los demás es Don Florín, una persona que no entiende ese mundo de fantasía y que se propone curar a Sirena de su “locura”.

“- ¡La vida es tan piadosa con ella! Le dio, a cambio de esto, todo un mundo de fantasía para refugiarse en él. ¿Por qué se lo quita usted?
- Porque es mentira.
[...] – Mentirle, no; por dura que sea la verdad, hay que mirarla de frente. ¿Me oye Daniel? Por dura que sea. De nada sirve vendarse los ojos.”

El camino más fácil es huir de la realidad y refugiarte en un mundo de sueños. Es tan fácil como cambiar de canal cuando dan una noticia que no quieres ver, como girar la cabeza cuando ves algo que no te gusta... Pero, ¿pensamos en los demás cuando hacemos algo así?

“La razón... ¡Cómo la pides ahora! También antes pedías la locura, y cuando la encontraste no tuviste más que instinto para volverte atrás. [...] Pero pienso en aquel tu afán de deshumanizar la vida, y mira a los demás. Lo que para ti era un simple juego de ingenio era para ellos dolor, operabas sobre carne viva. Y no viste la locura de María, ni el hambre miserable de Samy, ni siquiera la tragedia pueril de ese pobre Fantasma que tenía miedo de su propia sombra y se moría de fe por los desvanes.”

Todo el enlace entre el mundo interior de los personajes y los hechos reales del exterior se realiza a través de una manipulación simbólica de la luz. La luz, en esta obra, es un personaje más: luces verdes y rojas que representan la fantasía, el sueño, lo irreal, y una luz blanca que representa lo real (“nada de luces verdes y rojas; esta luz blanca... y el sol mejor que nada”).

“La sirena varada” se autodenomina como comedia. Sin embargo, no es un humor explícito sino más bien irónico y rebuscado. Entrambasaguas lo define como “un humorismo de líneas y tintas finísimas, cuya autenticidad y nobleza de estilo se manifiesta en esa unión del verdadero humor de lo irónico y lo poético, de lo burlesco y lo sentimental”.

“Creo que cada vez se hace más urgente llevar al teatro las inquietudes, los problemas del mundo. Así fue siempre, y hoy menos que nunca tenemos derecho a entretenernos en los laberintos estéticos del arte por el arte. Grande es ser artista; pero necesario es servir..., y el teatro puede, debe, prestar espiritual servicio.” Alejandro Casona




Sirena Varada, Héroes del silencio


"Sirena vuelve al mar
varada por la realidad
sufrir de alucinaciones
cuando el cielo no parece escuchar..."

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Encontrarse este post da sentido al día y a la semana entera. O aún mejor, se lo roba, y lo sumerge todo en esa sana, silenciosa y auténtica sinrazón.

Anónimo dijo...

Esta obra la acabo de leer hoy y me encanto. También es linda "los arboles mueren de pie".
=)
Saludos desde Lima - Perú

Estefanía

Marco dijo...

Excelente comentario y resumen.

Saludos desde Lima, Perú.

Ranita dijo...

hermosa reseña! es una d mis obras favoritas :)

andry dijo...

esta lokasaaaa ;)

Ana Alonso dijo...

Me ha gustado mucho, tienes un blog muy interesante, últimamente ando fatal de tiempo pero te sigo y asi cuando pueda, le echare un ojo a todos los contenidos, saludos!!

Unknown dijo...

Genialisima obra me encantan los personajes y como se entremezclan con lo imaginario y la realidad, no así con la presencia del amor (aunque parezca irónico), que estupenda reseña y un muy buen final.

Saludos.
Julio