sábado, 3 de mayo de 2014

Blue Valentine

‘Blue Valentine’ es una película escrita y dirigida por Derek Cianfrance. La protagonizan Ryan Gosling y Michelle Williams y se estrenó en España en 2013.

Dean y Cindy son un matrimonio en crisis. Él dedica su vida a cuidar del hogar y de su hija. Ella trabaja como enfermera y siente cómo su relación con Dean está apagada. Cada pequeño gesto, cada palabra, desencadenan el hastío en ella, que se encuentra encerrada en una relación monótona y sin amor.

Con continuos flashbacks, vamos conociendo los inicios de la relación, cargada de hermosos momentos románticos. Cindy acaba de terminar una relación con su novio del instituto y se centra en sus estudios y en cuidar a su abuela. Dean trabaja como transportista de mudanzas. Y en un cruce de caminos se conocen. Comienza entonces una bonita y alocada historia en la que, los dos enamorados, se casan tras descubrir que ella está embarazada de su exnovio. Dean sabe que Cindy es la mujer de su vida y no duda en hacerse cargo del bebé y emprender una nueva vida con ella.

“Creo que los hombres son más románticos que las mujeres. Cuando nos casamos, nos casamos con una chica porque aguantamos todo el camino hasta que encontramos a la adecuada y pensamos “sería idiota si no me casara con esta chica, es genial”. Pero parece que las chicas llegan a un punto en el que solo eligen la mejor opción… “Oh, éste tiene un buen trabajo”. Quiero decir que se pasan toda la vida buscando a su príncipe, y luego se casan con el tío formal que tiene un buen trabajo.

Esta frase resume la historia completa de esta pareja. Tras haber salido de una relación, Cindy ve en Dean al hombre que necesita en ese momento: con un trabajo y dispuesto a hacerse cargo de ella y del bebé, dándole el apoyo y el cariño que en ese momento necesita. Pero con el tiempo, el haber renunciado a la carrera de medicina que deseaba estudiar para dedicarse a trabajar como enfermera, la monotonía, el hastío y la incomunicación, irán desgastando una relación que ambos pensaron que no terminaría nunca. Dean, un romántico empedernido, decide dejarlo todo por amor y, con el tiempo, descubrirá su gran equivocación viendo que no solo de amor se vive. Esto hará que se vuelva más desconfiado, irascible e incluso en algunos momentos violento.

En un intento desesperado por reavivar la chispa que un día estuvo encendida, Dean reserva una habitación en un motel. Las opciones que le dan a elegir son ‘La habitación de Cupido’ o ‘La habitación del futuro’. Esa decisión puede ser la metáfora perfecta del rumbo que tomará la relación. Ante la indecisión de Cindy, él opta por la habitación del futuro.

La narración de la historia en dos líneas temporales distintas con flashbacks nos ayuda a situarnos en el momento presente, conociendo poco a poco detalles del pasado que se van contraponiendo a los momentos actuales. Asimismo nos permite comparar las distintas situaciones y ver la evolución de los dos personajes. De la entrega total del comienzo, se pasa a una distancia insalvable que Dean lucha por romper, pero que Cindy establece en todo momento rechazando las caricias, los besos y cualquier acercamiento de Dean. Incluso en la escena del baile en la habitación, Cindy hace un esfuerzo por acercarse a él con un brazo, pero con el otro brazo, que ni le toca, sigue marcando la distancia.

Tanto Ryan Gosling como Michelle Williams están sublimes dando profundidad y espontaneidad a sus personajes. No en vano, Derek Cianfrance hizo que ambos actores compartieran un piso durante un mes para que fueran más creíbles como pareja. 




miércoles, 5 de febrero de 2014

El mundo al revés

El mundo ha cambiado y no sabemos si alguna vez volverá a ser lo que era. O quizá sea mejor que no lo vuelva a ser…

Los sueldos ya no suben, sino que bajan. Los que están arriba siguen robando sin excepción mientras que los que están abajo intentan sobrevivir a esta ciclogénesis explosiva de corrupción. Nuestros principios se han ido al final. Y nuestros valores de han devaluado. Hemos perdido el camino que nos guiaba y, ante la incertidumbre, cerramos los ojos, aguantamos la respiración y esperamos a que una luz nos guíe. Pero esa luz ha subido de precio y ya no puede llegar a nuestros hogares para darnos la claridad que tanto necesitamos. Y así estamos: en la penumbra, sin aire, sin valor, sin principio y sin final…

En esta situación, ¿podremos olvidarnos de nosotros mismos para poder ver más allá de nuestras narices? 


Rafa Pons - Olvídate de ti


sábado, 1 de febrero de 2014

Primer poema

No debo 
proclamar así mi dolor. 
Estoy alegre o triste y ¿qué importa? 
¿a quién ayudaré? 
¿qué salvación podré engendrar con un lamento? 
Y, sin embargo, cuento mi historia, 
recaigo sobre mí, culpable 
de las mismas palabras que combato. 
Paso a paso me adentro, 
preciosamente me examino, 
uno a uno lamento mis cuidados 
¿para quién, 
qué pecho triste consolaré, 
qué ídolo caerá, 
qué átomo del mundo moveré con justicia? 
Remotamente quejumbroso, 
remotamente aquejado de fútiles pesares, 
poeta en el más venenoso sentido, 
poeta con palabra terminada en un cero 
odiosamente inútil, 
cuento los caedizos latidos 
de mi corazón y ¿qué importa? 
¿qué sed o qué agobiante 
vacío llenaré de un vacío más fiero? 
Poeta, oh no, 
sujeto de una vieja impudicia: 
mi historia debe ser olvidada, 
mezclada en la suma total 
que la hará verdadera. 
Para vivir así, 
para ser así anónimamente 
reavivada y cambiada, 
para que el canto, al fin, 
libre de la aquejada 
mano, sea sólo poder, 
poder que brote puro 
como un gallo en la noche, 
como en la noche, súbito, 
un gallo rompe a ciegas
el escuadrón compacto de las sombras.

José Ángel Valente


Ausencias

A veces todos podemos parecer tipos estúpidos a punto de hacer una tontería. Solo necesitamos alguien a nuestro lado que nos lo diga para poder salvarnos. “¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?”


La chica del puente