miércoles, 27 de febrero de 2008

Roto - Benjamín Prado


Solo, en medio de todo;
estar tan solo
como es posible,
mientras ellos vienen
muy despacio,
se agrupan,
ponen su campamento,
invaden,
talan,
hunden,
derriban las palabras
una a una,
se reparten mi vida,
poco a poco,
levantan su pared
golpe a golpe.

Después se van;
se marchan
lentamente,
pensando:
-Nunca podrás huir de todo lo que has perdido.

Tal vez tengan razón.
Tal vez es cierto.

Pero llega otro día,
el cielo quema
su cera azul encima de las casas;
yo regreso de todo lo que han roto,
busco entre lo que tiene
su propia luz,
encuentro
la mirada del hombre que ha soplado unas velas,
el limón que jamás es parte de la noche;
ato,
pongo de pie,
reúno los fragmentos,
me convierto en su suma.

Y todo vuelve
otra vez;
las palabras
llegan donde yo estoy;
son las palabras
perfectas,
las que tienen
mi propia forma,
ocupan cada hueco
y cierran cada herida.
Las palabras que valen para hacer estos versos
y sentarse a esperar que regresen los bárbaros.

Benjamín Prado, Roto

martes, 26 de febrero de 2008

Jem Cohen. Deseos

Esto es lo que más me gusta del arte:

“19 deseos para un cine activista:

1. Que me cuente algo que no sepa y pregunte tanto como responda.
2. Que sostenga un espejo frente al mundo roto.
3. Que tome una nueva forma, de alguna manera distinta de la de películas anteriores, especialmente aquellas dentro de su propio género.
4. Que no deshumanice o utilice golpes bajos.
5. Que sea como un shock, incluso bajo una forma incómoda o alegre.
6. Que no se vea como un video musical, o huela como una publicidad.
7. Que sea, de alguna manera, misterioso, ambiguo, extraño.
8. Que sea, de alguna manera, divertido.
9. Que me inspire furia.
10. Que me inspire hacia la paz.
11. Que no se guíe por los mandamientos de Hollywood (cine como negocio, películas como productos, adoración de celebridades y espectáculo, vida en tres actos predecibles).
12. Que sea más que propaganda.
13. Que evite el sentimentalismo.
14. Que le hable con verdades al poder.
15. Que les hable con verdades a los sin poder.
16. Que busque en las sobras de la historia.
17. Que me haga querer ponerme a trabajar.
18. Que luche por la honestidad.
19. Que me vuele la cabeza.”

sábado, 23 de febrero de 2008

El Origen, Thomas Bernhard


El Origen, de Thomas Bernhard, es el primer libro de una saga autobiográfica que escribió este autor autríaco.

En este libro nos habla de Salzburgo, la ciudad en la que se crió y estudió. “Mi ciudad de origen es en realidad una enfermedad mortal, con la que sus habitantes nacen o a la que son arrastrados y, si en el momento decisivo no se van, se suicidan súbitamente”.

El libro se estructura en dos únicos capítulos: ‘Grünkranz’ en el que habla del Salzburgo bajo la influencia nacionalsocialista y la educación que recibe entonces en el colegio. Y ‘El tío Franz’ en el que ya ha llegado la paz a Salzburgo y ahora es el catolicismo la ideología que impera.

En ambos casos lleva a cabo una crítica feroz del sistema educativo. Durante el primer capítulo narra como el suicidio se extendía entre los compañeros como una peste (“Prefirieron acabar rápida y rápidamente y, en el sentido más auténtico y elemental de la expresión, por la vía más rápida, a dejarse destruir y aniquilar poco a poco por un plan de educación sádico-fascista-estatal como sistema de educación dominador del Estado”). Pasan de las aulas a las galerías de defensa antiaérea en las que tienen que refugiarse de los constantes ataques. De esa forma era imposible mantener una formación continuada. (“El Estado no quiere una sociedad ilustrada porque significaría la aniquilación de los gobiernos”).

En el capítulo ‘Tío Franz’ Thomas Bernhard pasa de un internado nacionalsocialista a uno católico, lo que para él no tiene mucha diferencia.

“En el fondo no había absolutamente ninguna diferencia entre el sistema nacionalsocialista y el católico en el internado, todo tenía sólo otra mano de pintura y todo tenía sólo otras denominaciones, pero las secuencias y las consecuencias eran las mismas”.

Al final la educación siempre está influenciada por una ideología, nacionalsocialista en un caso, católica en el otro... Por eso Thomas Bernhard defiende con fervor que se cambie el sistema educativo. “La sociedad tiene que cambiar su sistema de enseñanza si quiere cambiarse”.

El contenido del libro es profundo y a veces bastante duro, pero interesante. Sin embargo la forma se hace algo más dura. Redactado en un único párrafo con escasez de puntos y expresiones que repite una y otra vez a lo largo de las líneas. Hay momentos en los que es excesivamente repetitivo, pero con la intención de que sus ideas queden plasmadas con total claridad.

Thomas Bernhard fue muy criticado por sus duras palabras sobre Austria, sin embargo, ha sido considerado uno de los grandes escritores de este país. Sufrió una vida dura y todas sus experiencias se pueden ver reflejadas en sus ideas y reflexiones. La muerte le acompañó a lo largo de toda su vida, con los seres que le rodeaban, y la enfermedad fue su amiga más fiel.

viernes, 22 de febrero de 2008

NaBai reclama apoyo para el Auditorio de Barañain

Parece que por fin alguien hace algo:

"¿Por qué el de Barañáin es el único auditorio de la Red Española de Teatros que no recibe subvención alguna de su comunidad?" Ésta es la pregunta que formulará Nafarroa Bai al departamento de Cultura, durante una sesión de trabajo en el Parlamento convocada por el partido. "Pedimos al Gobierno que tenga una relación normalizada con el auditorio, que le destine una partida del presupuesto como espacio singular que hace cosas por la cultura, al igual que Baluarte o el Teatro Gayarre".

Según Luqui, desde el pasado mes de septiembre están intentando "dialogar" con el consejero Juan Ramón Corpas pero, a día de hoy, "no sabemos nada", dijo. Por ello, la formación presentará una iniciativa parlamentaria en la que solicitará que, en un plazo de tres meses, "Cultura firme un convenio para desarrollar actividades culturales en el centro", anunció el parlamentario de NaBai, Pabd Telletexea Un espacio que, en cinco años, "ha recibido premios estatales y ha acogido cerca de 1000 eventos y 400.000 espectadores", añadió. "No sé entiende por qué el consejero se centra tan sólo en los grandes actos como el Año Javieriano o la exposición `Navarra, un futuro entre todos' y no apoya a los entes locales que día a día hacen la cultura en Navarra".

Noticia publicada en ADN

martes, 19 de febrero de 2008

In-Comunicación


Se acabaron los gritos. La afonía impide ya que ningún sonido salga de la garganta. La comunicación se hace tan difícil cuando la gente no quiere escuchar, que finalmente, agotado, y sin voz, tienes que desistir del intento.

Ionesco dice que la comunicación no es imposible ¿no, CAO? Imposible quizá no sea (quizá). Pero el agotamiento hace que se desista de ser entendido.Ya no habrá más gritos, ni ruegos, ni señales. Porque se perdieron en el aire. Y esta noche, las nubes polares vendrán a llevárselos lejos.

domingo, 10 de febrero de 2008

Entrañas

El viernes la Casa de Cultura de Zizur Mayor presentó la obra “Entrañas” con la compañía Titzina Teatre, representada por Dolça Cos, Pako Merino y Diego Lorca, bajo la dirección de Stefan Metz.

Sole, tras descubrir que está embarazada, y con las preguntas del médico acerca de sus antepasados, se da cuenta de que no sabe nada de sus abuelos. Sabe que su abuelo desapareció en la guerra, que estuvo destinado en el Ebro, pero nunca se supo que pasó con él.

Emprenderá entonces una búsqueda de su historia. Irá a Salamanca y a Ávila para consultar los archivos sin obtener éxito.

Es el intento de conocer su historia, sus antepasados y la vida que les rodeó. No se puede tener un familiar desaparecido, sin saber qué ha pasado con él, teniendo siempre la duda de si estará vivo o muerto y dónde. Para cerrar heridas se necesita conocer el pasado. Y para emprender un futuro es necesario cerrar esas heridas del pasado.

“Huir del olvido para siempre, buscando en la memoria, con la esperanza de no repetir errores...”.

Es una obra que intenta recuperar una memoria histórica que poco a poco va desapareciendo con las personas que la vivieron. Por eso urge recuperarla, antes de que sea demasiado tarde, mientras aún vivan las personas involucradas.

Todo esto está tratado con una hermosa puesta en escena, cargada de poesía y metáforas. Los actores destacan por su valía en los diferentes papeles que representan, cambiando el registro según conviene en cada momento.

Una obra magnífica, en la que nos enseñan lo importante de recuperar la memoria histórica, la posibilidad de que esas situación se pueda volver a repetir en el futuro, o nos hace ver desde una cercanía que asusta el problema de la inmigración; porque todos hemos sido inmigrantes y es duro que te cierren la puerta en las narices dejándote en el lado de la miseria y el hambre.



Pedro Guerra - Huesos

martes, 5 de febrero de 2008

Antes del atardecer

Antes del atardecer, dirigida por Richard Linklater, es la continuación de Antes del amanecer, en la que Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy) se conocen en un tren y, tras enamorarse a primera vista, deciden pasar todo un día juntos en Viena. Al amanecer ambos se separan para volver a sus países de origen (EE.UU para él, Francia para ella), pero antes deciden quedar seis meses después en la misma estación.

Antes del atardecer comienza nueve años después. Jesse es un escritor que viaja a París para presentar su libro (en el que casualmente cuenta su historia con Celine) en una coqueta librería de París. Será ahí donde vuelva a ver a Celine, que ahora se ha convertido en una activista que trabaja para una organización ecologista. Comenzarán entonces un camino por las calles de la ciudad, hasta que salga el avión de él, unas dos horas después.

“Leí un artículo sobre tu libro y me resultó vagamente familiar”
“-Leer algo sabiendo que el personaje está basado en ti resulta alagador y perturbador a la vez.
-¿Sí? ¿En qué resulta perturbador?
-No sé, en formar parte de la memoria de otro, verme a través de tus ojos.”

En ese tiempo se darán cuenta de que el amor que un día surgió entre ellos sigue ahí, latente. No se ha olvidado.

“¿Sabes? Creo que en cierto modo escribí el libro para fomentar el recuerdo, para no olvidar los detalles del tiempo que pasamos juntos, como recordatorio de que nos conocimos realmente, que fue real, que fue verdad”.
Por las circunstancias, ella no pudo asistir a aquella cita en la estación. Pero ¿Qué habría sucedido si hubiera podido ir? (“Al volvernos a encontrar podemos cambiar el recuerdo de aquel triste diciembre”). Ambos han rehecho su vida, pero no son felices, porque la han rehecho con la persona equivocada. Y ahora les quedará la duda de qué habría pasado si se hubieran juntado aquel día en la estación. El deseo de volver atrás en el tiempo.

“Tuve una horrible pesadilla hace unos días. Fue una pesadilla espantosa en la que tenía 32 años. Y entonces desperté y tenía 23. ¡Menudo alivio! Y entonces me desperté de verdad y tenía 32”.
Durante toda la película les acompañamos a lo largo de su paseo por las calles de París, mientras hablan del amor, de la política, de sus vidas... Una conversación llena de pequeños detalles, de frases capaces de llegar hondo, de ideales antiguos, presentes y futuros... Y de deseos de cambiar los errores del pasado.


“Si has perdido la fe en la magia o en el misterio, es como si hubieras muerto”

domingo, 3 de febrero de 2008

Time


Time es la decimotercera película del director surcoreano Kim Ki-duk. En esta ocasión nos plantea preguntas sobre las bases fundamentales del amor y de la naturaleza humana.

Seh-hee tras dos años de relación con Ji-woo empieza a temer que éste se aburra de ella y deje de quererla. Ante su desesperación por mantener su amor, decide acudir a un cirujano plástico para cambiar su rostro y así poder volverle a enamorar como la primera vez. Sus dudas y su inseguridad harán que estropee lo que tenía.

El tiempo de relación hace mella en Ji-woo, quien empieza a fijarse en otras mujeres y deja de sentir atracción sexual por Seh-hee. Sin embargo, cuando ésta desaparece, él se da cuenta de que realmente la amaba. Pero ¿la amaba realmente? ¿O amaba su rostro? ¿Qué es lo que amaba de ella? ¿Sabe realmente lo que quiere?

Son personajes en busca de su identidad, ‘quién soy, quién eres tú, a quién quiero realmente, qué es lo que busco en ti’. Nos plantea preguntas acerca del objeto del amor.

El tiempo es el protagonista en esta historia. Un tiempo que puede madurar o destruir esa relación dependiendo de los pilares sobre los que se sostenga. Si basamos el amor en una máscara sin profundizar más allá de ella, el tiempo acabará destruyéndolo.

Toda esta historia, Kim Ki-duk nos la muestra con una puesta en escena cargada de poesía visual y metáforas. Utiliza el parque de las esculturas de Baemigumi, en la isla de Mo, donde el escultor Lee Il-ho creó 30 obras que simbolizan el amor, el erotismo, el dolor y la transmigración de los cuerpos. Es de destacar la escultura de las dos manos sosteniendo una escalera, como símbolo del amor de dos personas, que sostiene la escalera por la cual irán subiendo peldaños a lo largo de su relación y del tiempo.




**SPOILER**
El final está cargado de fuerza. Seh-hee, al borde de la locura, cree dar con Ji-woo cada vez que encuentra en otros hombres cierto parecido. Es una metáfora de que cuando amamos a alguien que no tenemos, intentamos buscarle en otras personas.

“Ha salido todo como quería. Parezco alegre pero me siento triste”.

viernes, 1 de febrero de 2008

Entrevista a Thomas Bernhard

Hace poco que he descubierto a este autor, pero promete... Leyendo una entrevista que le hicieron 1987 me he encontrado algunas ideas muy interesantes que plasmo aquí. La entrevista es larga y he intentado reducirla lo máximo posible dejando cosas concretas que me han interesado especialmente, pero para ello he tenido que dejar fuera algunas también muy interesantes. Si os gusta, os animo a leerla entera en DDOOSS.

-Uno nunca sabe quién es. Son los demás los que le dicen a uno quién y qué es ¿no? Y como esto uno lo oye millones de veces en su vida, por poco que ésta sea larga, acaba por no saber en absoluto quién es. Todos dicen algo distinto. Incluso uno mismo está siempre cambiando de parecer.

-¿Hay seres de los que usted dependa, que tengan una influencia decisiva en su vida?
-Uno siempre es dependiente de las personas. No hay nadie que no dependa de algún ser. El hombre que estuviera siempre a solas consigo mismo acabaría hundiéndose al cabo de muy poco tiempo, se moriría. Yo soy de la creencia que para cada uno de nosotros existen seres decisivos.
[...]

-¿Cuándo tuvo usted alguna alegría por última vez?
-Uno se alegra cada día de seguir viviendo y de no estar todavía muerto. Esto constituye un capital inapreciable.
[...]
La curiosidad es el estímulo. Uno desea saber: ¿qué más falta aún? Es más interesante saber lo que ocurrirá mañana, que lo que está pasando hoy. Cuanto mayor se hace uno, más interesante se vuelve la vida. Tras la destrucción del cuerpo, la mente se desarrolla sorprendentemente bien.
Lo que más me gustaría es saberlo todo. Siempre trato de robar a la gente, de sacarle todo lo que lleva dentro. En la medida en que esto se puede practicar a escondidas. Cuando la gente se da cuenta de que la estás robando, entonces se cierra. Como cuando se ve a un sospechoso acercarse a la casa, se atranca la puerta. Aunque también se puede forzar la puerta, cuando no queda más remedio. Todo el mundo puede dejarse una ventana abierta en el desván. Esto puede ser muy estimulante.

-Sus ataques, principalmente contra el Estado y contra la Iglesia, son a menudo muy fuertes. En Extinción (Auslóschung) describe usted el catolicismo como «lo que destruye el alma del niño, lo que le asusta, lo que anega su carácter». Para usted, su país, Austria se ha convertido en «un negocio sin escrúpulos donde sólo se comercia con todo y donde todos estafan a todos por todo». ¿Escribe usted desde una posición de odio universal?
-Yo amo a Austria. Esto no se puede negar. Pero la estructura del Estado y de la Iglesia es tan horrible que sólo se puede odiarla.
Soy de la opinión que todos los países y todas las religiones, a la que se los conoce de cerca, son igual de horribles. Con el tiempo se descubre que la estructura es en todas partes la misma, tanto en las dictaduras como en las democracias; en el fondo, para el individuo son igual de horribles. Por lo menos vistas de cerca. Pero más vale no dejarse llevar y no proclamar este tipo de cosas, para que no me echen los perros.

-En sus libros, salvo contadas excepciones, no da usted una imagen muy favorable de la mujer. ¿Es un fiel reflejo de su experiencia personal?
-Sólo puede decir que, desde hace un cuarto de siglo, me relaciono exclusivamente con mujeres. No soporto a los hombres, ni las conversaciones de hombres. Me vuelven loco. Los hombres siempre hablan de lo mismo: de su profesión o de mujeres. Es imposible escuchar algo original en boca de los hombres. Las reuniones de hombres me son insoportables. Prefiero la cháchara de las mujeres. Para mí, las únicas relaciones provechosas han sido con mujeres. Después de mi abuelo, lo he aprendido todo con las mujeres. No creo haber aprendido nada de los hombres. Los hombres siempre me han puesto de mal humor. Curioso. Después de mi abuelo, se acabó, ni un hombre más. Siempre he buscado protección y salvación entre las mujeres, que también se han mostrado superiores a mí en muchas cosas. Y además saben dejarme en paz. Yo puedo trabajar rodeado de mujeres. En cambio, sería totalmente incapaz de producir nada en un entorno de hombres.

-¿Cree usted en la posibilidad de otra forma de existencia tras la muerte?
-No. Gracias a Dios no. La vida es maravillosa, pero lo más maravilloso es pensar que tiene fin. Este es el mejor consuelo que me guardo en la manga. Pero tengo muchas ganas de vivir. Siempre las he tenido, salvo en los momentos en que he acariciado la idea del suicidio.
[...]
Entonces aparece la mala conciencia. Los muertos le dejan a uno con un inmenso sentimiento de culpa.
Muchas veces, cuando se escribe, se tiene una sensación maravillosamente bella. Si además se puede compartir con alguien que sabe apreciarla y que sabe dejarle a uno en paz, es perfecto. Nunca he tenido mejor crítico que ella. Nada que ver con las tonterías de la crítica oficial que no profundiza. Esta mujer sacaba siempre una crítica fuerte, positiva, que me era útil. Ella me conocía a fondo. Con todos mis errores. Lo echo de menos.
Es una gran ventaja haber vivido esto una vez en la vida. Las cosas después ya no te afectan.
[...]
Esto es lo deprimente del destino del escritor: nunca consigues trasladar al folio lo que has pensado o imaginado; la mayoría se pierde durante el traslado. Lo que llegas a plasmar no es más que un pálido y ridículo reflejo de lo que habías imaginado. Esto es lo que más deprime a un autor como yo. En el fondo no puedes comunicarte. Lo que escribo nunca corresponde a lo que he imaginado.