Rafa Pons - Será
jueves, 16 de agosto de 2012
martes, 12 de junio de 2012
Buenos Aires
Hace muy poco que he descubierto a este cantante pero parece como si él me conociera desde hace mucho tiempo.
Xoel López - Buenos Aires
miércoles, 6 de junio de 2012
Ray Bradbury
Ray Bradbury (1920-1912)
Hoy ha muerto un visionario. El escritor Ray Bradbury, autor de grandes historias como 'Farenheit 451' o 'Crónicas marcianas'. Nos deja un gran legado.
Nos mostró un mundo sin libros, en el que leer estaba prohibido porque provocaba emociones peligrosas.
"Existe más de una manera de quemar un libro. Y el mundo está lleno de personas que andan por ahí con cerillas encendidas".
viernes, 25 de mayo de 2012
Lobo López
Y van 20 añitos desde que el gran Kiko Veneno publicó “Échate un cantecito”. Para celebrarlo, el próximo 29 de mayo reedita una edición especial de este disco con el que comenzó, en 1992, su éxito comercial.
Ahí va una canción de aquel disco que tantas veces ha girado.
Kiko Veneno con Andrés Calamaro - Lobo López
martes, 15 de mayo de 2012
Despierta
Porque sigue poniendo palabras a mi corazón
Ismael Serrano - Despierta
[...]
[...]
y la crisis va llenando de dormidos las cunetas.
Y tú hibernando, ausente, exhausto y sin latido,
vencido por el miedo y la luz de los mercados,
cansado ya, quizá de estar perdido.
[…]
Despierta
[…]
Que el destino no parió la miseria en la que duermes,
nació de las voluntades de mil hombres y mujeres,
que nada está escrito para siempre.
[…]
El invierno llegará, arañándote la espalda,
mirarás el telediario como quien lee un telegrama
que trae pésames y flores. Mientras mascas los silencios
te robarán la memoria nigromantes y usureros.
Aquellos que ahora bailan celebrando la hoguera,
en que arde tu futuro, herido de hipotecas,
de dulce mansedumbre y narcótica ceguera,
herido y desangrado, el futuro aún espera.
[…]
Despierta
viernes, 23 de marzo de 2012
Secret sunshine
En ella nos cuenta dos historias: por un lado la de una mujer que, tras la muerte de su marido en un accidente de coche, decide mudarse con su hijo a Milyang, el pueblo en el que nació su marido. De esta manera pretende comenzar de cero, dejando atrás su anterior vida, su familia y su historia, en un intento por encontrar paz y un nuevo sentido a su vida. Para ello retomará una pasión casi olvidada: el piano.
Por otro lado, nos cuenta la historia de una mujer que pierde a su hijo y, a través de esta historia, nos sumerge en el tema de la religión y su sentido.
Pero sobre todo, es una historia de dolor, superación y desesperación. Un estudio de las emociones humanas en carne viva.
Shin-ae deja atrás la ciudad de Seúl para mudarse a un pueblo donde todo el mundo sabe todo de ella, pero ella no sabe nada de nadie. Por eso cuando su hijo es secuestrado, al temor que siente se le suma la soledad de no poder contar con nadie. Es observada por todo el mundo, pero nadie se acerca a ayudarla, ni siquiera cuando sale a la calle pidiendo ayuda con sangre en las manos. Solo Kim, ayudará a Shin-ae en su larga agonía, desde que se la encuentra en mitad de la carretera camino de Milyang, con el coche estropeado, hasta el último momento.
Cuando se toca fondo, todos ansiamos desesperadamente levantarnos. Hasta el punto de acabar aferrándonos a “pequeñas tretas para continuar en la brecha”. En esta película se trata así el tema de la religión, como un clavo ardiendo al que aferrarse cuando todo se desmorona y la angustia es tal que no te permite respirar. La religión se presenta como un mundo amable, donde el dolor y las desgracias que nos rodean tienen un sentido: “las cosas suceden porque Dios así lo ha querido”. Cuando el párroco posa su mano en la cabeza angustiada de ella, se asemeja a la mano de Dios que apacigua el dolor y limpia su alma. En ese momento, como un acto reflejo, ella deja de gritar y su dolor se mitiga: ha encontrado un sentido a su sufrimiento. Pero ¿es cierto ese sentimiento que tiene? ¿o se está auto-engañando para dejar de sentir ese insoportable dolor? La respuesta vendrá cuando, llena de fe, decide ir a la cárcel para perdonar, cara a cara, al asesino de su hijo. En ese momento ella se da cuenta de la mentira en la que se ha adentrado con el único objetivo de sentirse bien. Se rompe el encanto y el dolor vuelve. La muerte de su hijo no tiene sentido, ni su dolor tampoco, y ninguna religión se lo podrá dar. La religión se muestra como una gran mentira que no impide ni el dolor ni la enajenación.
El personaje de Shin-ae evoluciona a lo largo de la película pasando por diferentes situaciones emocionales. Todas ellas tan extremas, que acabarán llevándole a la locura. El director realiza en este personaje todo un estudio psicológico retratando el duelo a través de todo un proceso evolutivo que culminará en la aceptación.
Milyang significa en chino “rayo de sol secreto”. Un rayo de sol que, aunque no lo veamos, está ahí y solo hay que saber verlo. La farmacéutica diácona le explica a Shin-ae que hay que saber ver más allá de lo que ven los ojos, porque es ahí donde está Dios. Sin embargo, será su fuerza la única que le salvará y le hará ver ese rayo de sol escondido. La imagen que sirve a uno de los carteles de la película nos lo dice de antemano. El rayo de sol está ahí, pero ella está en la sombra y no lo ve.
Dos horas y media de una historia que no habría podido ser narrada de una forma más breve. Cada imagen, cada escena, cada suceso, llenan la película de profundidad, emoción y significado. Admirable la interpretación de Jeon Do-yeon que se ganó un premio en el festival de Cannes de 2007. Y más que merecido premio, ya que logra reflejar a la perfección cada una de las emociones por las que pasa a lo largo de la película. Desde la felicidad inicial, aunque algo reservada, hasta la angustia más descarnada.
martes, 28 de febrero de 2012
Swimming Pool
Swimming Pool es una película dirigida por el francés François Ozon en 2003. Nos narra la historia de una escritora británica de novelas policíacas, Sarah Morton (Charlotte Rampling), que sufre un bloqueo ante su siguiente novela. Su editor y amante le ofrece la posibilidad de pasar unos días en su casa de Francia para poder reanudar su trabajo.
En la tranquilidad de este entorno, Sarah logra comenzar su siguiente novela sin interrupciones. Hasta que aparece Julie (Ludivine Sagnier), la hija de su editor.
Ambas son dos mujeres aparentemente opuestas, que acabarán complementándose. Sarah verá en Julie todo lo que ella añora y ya no puede tener, o eso cree. Juventud, exhuberancia, sensualidad y libertad sexual. Sarah será para Julie su creadora, su madre, su salvadora. Julie representa la libertad que Sarah perdió hace tiempo, al dejarse llevar por sus lectores dándoles lo que ellos querían. Gracias a ella logrará la libertad para crear lo que realmente lleva dentro, para ser ella misma y no lo que los demás quieren que sea.
La película se divide en dos partes claramente definidas. Una primera parte introspectiva, que se adentra en las emociones de los personajes y su psicología. Es una parte más lenta, pausada, en la que predomina la tranquilidad de la pequeña villa francesa. Y una segunda parte más superficial y rápida, en la que cobra protagonismo el género negro. Ambas partes se complementan con las personalidades de las dos protagonistas: la tranquilidad y el orden de Sarah, frente al descontrol y la superficialidad de Julie.
La película nos deja un final abierto, de libre interpretación, pero algo confuso. Nos da pocas pautas para dar un poco de luz a este final ambiguo.
Hay que destacar la interpretación de las dos actrices, así como el entorno en el que está rodada la película y su meticulosidad en muchas escenas.
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