La Ola es una película basada en el experimento ‘Tercera Ola’ que llevó a cabo el profesor Ron Jones en 1967 en California.
Está dirigida por Dennis Gansel y nos cuenta cómo el profesor Rainer Wenger, durante la semana de proyectos, enseña a sus alumnos el funcionamiento de la autocracia. Ante la incredulidad de la mayoría de los alumnos sobre que se pueda repetir el Tercer Reich, el profesor decide llevar a cabo un experimento por el cual les demostrará que no es tan descabellado que un régimen autocrático pueda volver a Alemania.
No hace falta irnos a dictaduras extremas para darnos cuenta de que los errores que se cometieron en el pasado siguen repitiéndose incluso a pequeña escala. En el ámbito político o en el personal. Incluso en el seno de las familias.
En La Ola nos muestran las diferentes fases:
1. El poder mediante la disciplina. Muchos sistemas pretenden alcanzar un orden y una sumisión mediante la disciplina. Para ello se somete a las personas a un líder que dirige la voluntad, sin permitir a los individuos que experimenten sus propios límites,
2. El poder mediante el grupo. Cuando se forma parte de un conjunto, cuando uno siente que pertenece a un grupo, es cuando adquiere más fuerza, dejando así de lado el concepto de individuo y, por lo tanto, eliminando las voluntades individuales. Ello se puede ver en las empresas que nos hacen sentir parte de un conjunto en pro del buen funcionamiento de la empresa, así como en la sociedad: amigos, fiestas nacionales o autonómicas, grupos políticos, equipos de fútbol, religiones... hay que pertenecer a un grupo. Lo único que consiguen es el enfrentamiento entre diferentes grupos por la superioridad. Utilizan simbología (forma de vestir, banderas, logos, cruces...), todo en pro del sentimiento de unidad del grupo. Y se excluye a los que no piensan igual.
3. El poder mediante la acción. Luchas de civilizaciones, enfrentamientos por el poder, manifestaciones, himnos...
Somos débiles y es fácil manejarnos por nuestras debilidades. Este experimento nos demuestra lo fácil que puede llegar a ser cometer los mismos errores si no somos plenamente conscientes de ellos.
Está dirigida por Dennis Gansel y nos cuenta cómo el profesor Rainer Wenger, durante la semana de proyectos, enseña a sus alumnos el funcionamiento de la autocracia. Ante la incredulidad de la mayoría de los alumnos sobre que se pueda repetir el Tercer Reich, el profesor decide llevar a cabo un experimento por el cual les demostrará que no es tan descabellado que un régimen autocrático pueda volver a Alemania.
No hace falta irnos a dictaduras extremas para darnos cuenta de que los errores que se cometieron en el pasado siguen repitiéndose incluso a pequeña escala. En el ámbito político o en el personal. Incluso en el seno de las familias.
En La Ola nos muestran las diferentes fases:
1. El poder mediante la disciplina. Muchos sistemas pretenden alcanzar un orden y una sumisión mediante la disciplina. Para ello se somete a las personas a un líder que dirige la voluntad, sin permitir a los individuos que experimenten sus propios límites,
2. El poder mediante el grupo. Cuando se forma parte de un conjunto, cuando uno siente que pertenece a un grupo, es cuando adquiere más fuerza, dejando así de lado el concepto de individuo y, por lo tanto, eliminando las voluntades individuales. Ello se puede ver en las empresas que nos hacen sentir parte de un conjunto en pro del buen funcionamiento de la empresa, así como en la sociedad: amigos, fiestas nacionales o autonómicas, grupos políticos, equipos de fútbol, religiones... hay que pertenecer a un grupo. Lo único que consiguen es el enfrentamiento entre diferentes grupos por la superioridad. Utilizan simbología (forma de vestir, banderas, logos, cruces...), todo en pro del sentimiento de unidad del grupo. Y se excluye a los que no piensan igual.
3. El poder mediante la acción. Luchas de civilizaciones, enfrentamientos por el poder, manifestaciones, himnos...
Somos débiles y es fácil manejarnos por nuestras debilidades. Este experimento nos demuestra lo fácil que puede llegar a ser cometer los mismos errores si no somos plenamente conscientes de ellos.
8 comentarios:
Thabitha,
esta película me encantó,es escalofríante pensar en lo fácil que resulta volver a repetir los errores del pasado.Aquí te dejo el enlace de la reseña que le dediqué en su día por si tienes curiosidad.
http://historias-troyanas.blogia.com/2009/010301-la-ola.php
bss
En una organización que empieza, guiados por el entusiasmo, todo el mundo cree que sus pretensiones se verán recogidas y resueltas.
En momentos de crisis o incertidumbre encuentran el caldo de cultivo más apropiado.
Al final todo el mundo se ve arrastrado por una corriente que es la que manejan los más fuertes.
Es mucha la gente que acaba desengañada.
Y por si fuera poco nunca faltan los radicales u oportunistas que cometen sus fechorías en nombre de la organización.
Troyana: gracias, lo leeré!
Pasajero: Efectivamente, sea el movimiento que sea, siempre habrá oportunistas que quieran aprovecharse.
Un saludo!!
Pues la veré y ya te cuento.
Biquiños
La vi hace tiempo y creo que debiera ser una peli para ser proyectada en colegios e institutos como material de estudio y trabajo para los mas jóvenes.
Efectivamente, va más allá de lo político, y roza en todo lo personal, en lo que nos puede afectar a cada uno de nosotros.
Ahora mismo me estoy leyendo Espejos, una historia casi universal de Eduardo Galeano, y entre ironía y pesar relata una y mil veces situaciones terribles del pasado que se repiten o mutan ligeramente, pero que no desaparecen.
Biquiños
Dama: Gracias por la recomendación. Tomo nota. Tiene buena pinta.
Biquiños
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