" A veces volvía a ser piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad.
(...)
Yo no decía nada. Hermosos sentimientos y sombrías ideas daban vueltas en mi cabeza, mientras oía su voz, su maravillosa voz. Fui cayendo en una especie de encantamiento. La caída del sol iba encendiendo una fundición gigantesca entre las nubes del poniente. Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca. -Nunca más, nunca más- pensé, mientras empecé a experimentar el vértigo del acantilado y a pensar qué fácil sería arrastrarla al abismo, conmigo. "
El túnel - Ernesto Sábato
4 comentarios:
Buenos recuerdos me trae la lectura de este libro hace ya unos “cuantos” años….
Pues sí, hace bastante tiempo. Tengo que releerlo proque en su día me gustó mucho y aún siguen golpeándome ciertas partes.
Saludos!
Acabo de leerte en el blog de Ismael Serrano, no lo creerás..pero me llamo Tabita. Nunca he conocido a nadie con mi mismo nombre.
Hola Dibibos y bienvenida a mi pequeña estepa. Gracias por pasar y comentar. Por cierto, me encantan los complementos que haces... ¿es fimo?
Salud!
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