En la Inglaterra del siglo XVIII existe una joven de ideas brillantes, mente independiente y corazón limpio. Es Jane Austen, la joven Jane Austen.
En esta película nos muestran una parte de la vida de Jane Austen, pero sin ningún tipo de rigor histórico salvo el basado en las cartas que escribió, en sus biografías y en la novela de Jon Spence, ‘Becoming Jane Austen’.
Jane, como muchas otras mujeres, vivió adelantada a su tiempo. Le tocó vivir en el seno de una sociedad conservadora y machista, en la que se pensaba que cuando un hombre y una mujer se casaban, pasaban a ser una única persona representada por el hombre. El ser humano vivía aplastado por el miedo al prejuicio, a la deshonra y al pecado. Aunque también era una sociedad en la que se pensaba que la civilización era la que corrompía al hombre y que los hombres primitivos eran modelos de inocencia y virtud.
En este contexto se desarrolla la historia de una joven Jane Austen, hija de una familia sin recursos. Jane pretende poder vivir de la escritura de novelas y sueña con el verdadero amor. Sin embargo, la sociedad en la que vive espera que se case con un hombre adinerado que pueda mantenerla y darle una vida acomodada, así como una buena posición social. El señor Wisley es el joven que representa lo que en esa época se denominaría “un golpe de suerte” para una muchacha como Jane. Un joven pudiente que en un futuro pretende ascender y heredar las riquezas de su tía. Sin embargo, Jane no descarta la posibilidad de casarse por amor y desoyendo los consejos de su preocupada madre, rechaza la proposición de matrimonio del señor Wisley. Es entonces cuando aparece en su pequeño pueblo un joven londinense llamado Thomas Lefroy, un futuro abogado conocido por ser un vividor. A pesar de las arrogancias de éste y su carácter prepotente y “maleducado” para lo que se entendía en aquella época, ella irá sintiendo poco a poco una atracción incontrolable hacia él acabando ambos enamorándose. Por fin la joven Jane tiene ante sí la posibilidad de casarse por amor. Sin embargo, el tío de Lefroy, de quien él y su familia dependen económicamente desaprobará este matrimonio. Las ideas de la sociedad inglesa de aquella época empezarán a crear dudas en el corazón de Jane, quien se plantea aceptar la proposición del rico Wisley para poder ayudar a su familia. Pero el amor y sus ideas acabarán rechazando esta opción.
Jane Austen vivirá siempre con el recuerdo de un amor intenso que no pudo unirse en matrimonio, y así lo plasmó en sus novelas cargadas de emotividad y de sentimiento, así como del reflejo de la sociedad de la época y los cambios sociales que se estaban empezando a dar.
"Una novela debe mostrar el mundo tal como es. Como piensan los personajes, como suceden los hechos... una novela debería de algún modo revelar el origen de nuestros actos".
Por su parte, Lefroy se deja llevar por las convenciones sociales llegando a ser un abogado de éxito, casado y con una hija a la que pondrá de nombre Jane, en recuerdo que aquél amor frustrado.
Jane no se casó nunca y dedicó su vida por entero a la literatura. En aquella época era complicado que una mujer pudiera compaginar su vida de perfecta esposa con la de escritora de éxito. Lo que nunca sabremos es si la luchadora Jane habría sido capaz de compaginar ambas vidas con éxito.
En esta película nos muestran una parte de la vida de Jane Austen, pero sin ningún tipo de rigor histórico salvo el basado en las cartas que escribió, en sus biografías y en la novela de Jon Spence, ‘Becoming Jane Austen’.
Jane, como muchas otras mujeres, vivió adelantada a su tiempo. Le tocó vivir en el seno de una sociedad conservadora y machista, en la que se pensaba que cuando un hombre y una mujer se casaban, pasaban a ser una única persona representada por el hombre. El ser humano vivía aplastado por el miedo al prejuicio, a la deshonra y al pecado. Aunque también era una sociedad en la que se pensaba que la civilización era la que corrompía al hombre y que los hombres primitivos eran modelos de inocencia y virtud.
En este contexto se desarrolla la historia de una joven Jane Austen, hija de una familia sin recursos. Jane pretende poder vivir de la escritura de novelas y sueña con el verdadero amor. Sin embargo, la sociedad en la que vive espera que se case con un hombre adinerado que pueda mantenerla y darle una vida acomodada, así como una buena posición social. El señor Wisley es el joven que representa lo que en esa época se denominaría “un golpe de suerte” para una muchacha como Jane. Un joven pudiente que en un futuro pretende ascender y heredar las riquezas de su tía. Sin embargo, Jane no descarta la posibilidad de casarse por amor y desoyendo los consejos de su preocupada madre, rechaza la proposición de matrimonio del señor Wisley. Es entonces cuando aparece en su pequeño pueblo un joven londinense llamado Thomas Lefroy, un futuro abogado conocido por ser un vividor. A pesar de las arrogancias de éste y su carácter prepotente y “maleducado” para lo que se entendía en aquella época, ella irá sintiendo poco a poco una atracción incontrolable hacia él acabando ambos enamorándose. Por fin la joven Jane tiene ante sí la posibilidad de casarse por amor. Sin embargo, el tío de Lefroy, de quien él y su familia dependen económicamente desaprobará este matrimonio. Las ideas de la sociedad inglesa de aquella época empezarán a crear dudas en el corazón de Jane, quien se plantea aceptar la proposición del rico Wisley para poder ayudar a su familia. Pero el amor y sus ideas acabarán rechazando esta opción.
Jane Austen vivirá siempre con el recuerdo de un amor intenso que no pudo unirse en matrimonio, y así lo plasmó en sus novelas cargadas de emotividad y de sentimiento, así como del reflejo de la sociedad de la época y los cambios sociales que se estaban empezando a dar.
"Una novela debe mostrar el mundo tal como es. Como piensan los personajes, como suceden los hechos... una novela debería de algún modo revelar el origen de nuestros actos".
Por su parte, Lefroy se deja llevar por las convenciones sociales llegando a ser un abogado de éxito, casado y con una hija a la que pondrá de nombre Jane, en recuerdo que aquél amor frustrado.
Jane no se casó nunca y dedicó su vida por entero a la literatura. En aquella época era complicado que una mujer pudiera compaginar su vida de perfecta esposa con la de escritora de éxito. Lo que nunca sabremos es si la luchadora Jane habría sido capaz de compaginar ambas vidas con éxito.
"La ironía es la unión de verdades contradictorias para crear una nueva verdad sonriendo o riendo. Y confieso que, si la verdad no se dice con una sonrisa, yo la considero falsa y una negación de la naturaleza humana en si misma".
Tal como he mencionado antes, la película carece de rigor histórico ya que muchos de los hechos que en ella se mencionan sucedieron en fechas distintas, algunos ni siquiera sucedieron y otros han sido libre interpretados. No nos aporta gran cosa en lo que respecta a la vida de Jane Austen, salvo lo que refiere a su relación con su familia y sus hermanos, su idea del amor, algún rasgo de su personalidad… Pero éste tampoco era el objetivo del director Julian Jarrold. Él parece pretender utilizar el personaje de Jane Austen, así como la idea, a través de alguna carta que escribió a su hermana Casandra, de su relación con Lefroy, para tratar un tema como es el de la mujer, el amor y la sociedad en la Inglaterra del siglo XVIII.
Son de destacar las interpretaciones de Anne Hathaway en el papel de Jane y James McAvoy en el de Lefroy. Ella consigue transmitirnos la candidez de una Jane inexperta, temerosa, aunque rebelde y con ideas propias. Su mirada refleja el ansia de aprender y experimentar, pero a la vez muestra temor y cautela. Lefroy, en cambio, es un personaje directo, de mirada altiva y que poco cree tener que aprender. Entre ambos existe una conexión que hace que la película enganche y sea creíble.
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