Ayer el grupo de teatro Caracois, bajo la dirección de Ángel Sagüés, representó en la Casa de cultura de Zizur Mayor Woyzeck, una obra de Georg Büchner que ya ha conocido varias versiones, tanto teatrales como cinematográficas e incluso musicales.
Narra la historia real de Friedrich Johann Franz Woyzeck, un joven soldado que se somete a los experimentos de un Doctor para conseguir algo de dinero para poder mantener a su mujer y a su hijo. Estos experimentos irán provocando una progresiva ‘deshumanización’ en el protagonista. En un mundo donde los demás intentan ver lo hermoso de la vida, él solo puede ver los gatos negros que se esconden en las calles. Es un hombre de clase trabajadora que está oprimido por el mundo y la pobreza hasta el punto de volverse loco. El doctor representa un estatus social superior y con moral, mientras que a Woyzeck le dice que por su pobreza, no puede tener moral ni ser tenido en cuenta, ya que es un ser inferior. Habría que verlo... porque si había alguien sin moral ese era el Doctor.
La obra está acompañada, como viene siendo habitual en Caracois, de música en directo, con un violonchelo y un acordeón, que interpretan canciones conocidas como ‘Media Verónica’ de Andrés Calamaro, una comparación con la mujer de Woyzeck, una pecadora que ruega cambiar de vida y ser mejor. Para ello ansía poder, dinero, un estatus social superior al que tiene con su marido. Alega que si la pobreza no le invadiera, podría ser mejor persona. Es un reflejo de lo que la sociedad le hace pensar: si eres pobre, no eres bueno, no tienes moral, no te puedes salvar. Pero, ¿cómo era aquella famosa frase de aquél líder de hace unos 2008 años? “Antes entrará un camello en el ojo de un alfiler, que un rico en el reino de los cielos”.
Considerada precursora del estilo expresionista alemán, es una obra muy recomendable, con un grupo que cada vez está teniendo más fuerza en los teatros navarros e incluso fuera de ellos, y con varios premios a la espalda.
Narra la historia real de Friedrich Johann Franz Woyzeck, un joven soldado que se somete a los experimentos de un Doctor para conseguir algo de dinero para poder mantener a su mujer y a su hijo. Estos experimentos irán provocando una progresiva ‘deshumanización’ en el protagonista. En un mundo donde los demás intentan ver lo hermoso de la vida, él solo puede ver los gatos negros que se esconden en las calles. Es un hombre de clase trabajadora que está oprimido por el mundo y la pobreza hasta el punto de volverse loco. El doctor representa un estatus social superior y con moral, mientras que a Woyzeck le dice que por su pobreza, no puede tener moral ni ser tenido en cuenta, ya que es un ser inferior. Habría que verlo... porque si había alguien sin moral ese era el Doctor.
La obra está acompañada, como viene siendo habitual en Caracois, de música en directo, con un violonchelo y un acordeón, que interpretan canciones conocidas como ‘Media Verónica’ de Andrés Calamaro, una comparación con la mujer de Woyzeck, una pecadora que ruega cambiar de vida y ser mejor. Para ello ansía poder, dinero, un estatus social superior al que tiene con su marido. Alega que si la pobreza no le invadiera, podría ser mejor persona. Es un reflejo de lo que la sociedad le hace pensar: si eres pobre, no eres bueno, no tienes moral, no te puedes salvar. Pero, ¿cómo era aquella famosa frase de aquél líder de hace unos 2008 años? “Antes entrará un camello en el ojo de un alfiler, que un rico en el reino de los cielos”.
Considerada precursora del estilo expresionista alemán, es una obra muy recomendable, con un grupo que cada vez está teniendo más fuerza en los teatros navarros e incluso fuera de ellos, y con varios premios a la espalda.
"Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los ningunos, los ninguneados, muriendo la vida, jodidos, rejodidos. Que no tienen nombre sino número. Que no figuran en la historia universal sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata". Eduardo Galeano.
4 comentarios:
Querida, una vez más se demuestra que todo se relaciona con todo: resulta que "Woyzeck" es considerada precursora del expresionismo alemán, que a su vez figura entre los antecesores del Teatro del Absurdo. Y es que al fin y al cabo, todo es Teatro del Absurdo, para qué engañarnos...
Una matización: Büchner empezó a escribir esta obra, que no consiguió terminar antes de que le sonase la hora, en 1836. El momento temporal en el que se inscribe es relevante para su visión de la sociedad y del individuo. Y no digo más.
Vale, sí que digo más: acabas de impresionarme y de ganarte (más) sitio en mi corazoncito: eso de citar los Evangelios pudo conmigo. ¡Eres un cielo!!!
Jajaja. Que no sirva de precedente esa cita eh?
En cuanto a tu matización, tienes toda la razón, pero también es cierto que la historia muchas veces se repite y que, lo que fue escrito en un momento determinado, puede ser vigente hoy en día. Para eso están los directores que dan su toque personal y actualizado a obras clásicas.
Saludos pekeña!!
Hmmm... por cierto... ¿has pillado lo de que no haga ningún comentario de "lo absurdo"? Pues eso ;)
Biquiños
ah, woyzeck... aparte del Fausto, fue la primera obra alemana que realmente me gustó, así que le tengo especial cariño. Además, la historia horrible del prota me despierta una empatía casi dolorosa...
En otro orden de cosas, os recomiendo la ópera wozzeck, de Alban Berg, creo que es fácil de conseguir por internet, y es bastante buena.
Un dato: aunque no lo parezca, la obra de teatro en cuestión está inconclusa, no lo habéis mencionado aunque se os ve muy puestas en el tema.
Última cosa, respecto a la cita evangélica: lo primero, una cita bíblica, y especialmente de los evangelios, nunca viene mal. Y lo segundo, un dato de lo más friki: eso del camello y la aguja es una mala traducción del griego "kamelos", que significaba "soga, cuerda gruesa". Antes pasará una soga por el ojo de una aguja, etc. Curioso, ¿no os parece?
Bueno, saludos.
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