miércoles, 27 de febrero de 2008

Roto - Benjamín Prado


Solo, en medio de todo;
estar tan solo
como es posible,
mientras ellos vienen
muy despacio,
se agrupan,
ponen su campamento,
invaden,
talan,
hunden,
derriban las palabras
una a una,
se reparten mi vida,
poco a poco,
levantan su pared
golpe a golpe.

Después se van;
se marchan
lentamente,
pensando:
-Nunca podrás huir de todo lo que has perdido.

Tal vez tengan razón.
Tal vez es cierto.

Pero llega otro día,
el cielo quema
su cera azul encima de las casas;
yo regreso de todo lo que han roto,
busco entre lo que tiene
su propia luz,
encuentro
la mirada del hombre que ha soplado unas velas,
el limón que jamás es parte de la noche;
ato,
pongo de pie,
reúno los fragmentos,
me convierto en su suma.

Y todo vuelve
otra vez;
las palabras
llegan donde yo estoy;
son las palabras
perfectas,
las que tienen
mi propia forma,
ocupan cada hueco
y cierran cada herida.
Las palabras que valen para hacer estos versos
y sentarse a esperar que regresen los bárbaros.

Benjamín Prado, Roto

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese despertador era viejo, es normal que se rompa. Estoy convencido de que el nuevo será mejor.
Salud!

Thabitha dijo...

Hay cosas que se rompen que no se pueden cambiar por otras nuevas. Solo se pueden reunir los fragmentos "y sentarse a esperar que regresen los bárbaros"
Salud

Thabitha dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Raymunde dijo...

Hay cosas que es mejor no reemplazar. Como los despertadores viejos. Los nuevos son preferibles.

Un abrazo

Meadow dijo...

Nos rompemos todos y cada uno porque...

Nunca podrás huir de todo lo que has perdido.

(Solo los artistas logran retratarse en una frase)

Unknown dijo...

Lobesteparia: He llegado aquí buscando textos de Benjamín Prado y me he encontrado con otro montón de cosas que me han gustado bastante.

Por ejemplo, hace un par de días encontré por aquí un dramático poema de Carmen Flores y lo llevé a mi propia bitácora; ahora tomo este otro y lo guardo en mis del.icio.us. Espero no le moleste.

¡Un apretón de manos!