lunes, 26 de mayo de 2008

Arreglando el mundo

Un científico que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 6 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objeto de distraer su atención.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo; justo lo que precisaba.

Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: "Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie".

Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente: "Papá, papá, ya hice todo; conseguí terminarlo...."

Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que, a su edad, haya conseguido componer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.

Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?

"Hijito, tú no sabías como era el mundo, ¿cómo lo lograste?"
"Papá, yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era. Y cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo."


Gabriel García Márquez

4 comentarios:

Raymunde dijo...

Estupendo.
Es más o menos lo que dice Amin Maalouf en "Identidades asesinas": que lo que nos debería identificar por encima de todo es la pertenencia a la raza humana.
¡Seguiremos luchando para ello!!!

Un abrazo

Thabitha dijo...

Bueno, aquí se habla de que el problema del mundo es el hombre. Y solo cuando nos consigamos arreglar nosotros mismos, esto empezará a marchar. Pero desde luego, uno de esos arreglos tiene que ser eliminar las confrontaciones entre "identidades", dejar de ver a nuestros vecinos como enemigos o como seres inferiores, dejar de temer otras culturas y dejar de ser tan egoistas como somos. Pero ese solo es un arreglo de tantos otros que nos tenemos que hacer.
Saludos, pequeña identidad protestante!

Anónimo dijo...

menos mal que no le dio al crío una interviu, aunque igual habría sido más didáctico, eh? ;)
Pero qué pedazo de padrazo! contarle a un crío de 6 años que el mundo está lleno de problemas que hay que arreglar, eso no se hace, joder! :D
qué fue del crío? se hizo cartógrafo o modisto? o mantuvo su genial creatividad a pesar de padres científicos que te llaman "hijito"? "hijito"?? no me digas que el tipo ese era el Flanders? :DD

Al mundo le hacen falta sonrisas.

Thabitha dijo...

Sí, faltan muchas sonrisas en el mundo... o quizá sobran las falsas sonrisas, según como se mire.
El niño se hizo montador de puzzles profesional y ahora se dedica a intentar montar el más difícil de todos, el puzzle de su propia sonrisa.
"Saluditos vecinito"